El jugador guía al personaje principal a través de un laberinto con varios puntos y cuatro fantasmas multicolores. El objetivo del juego es acumular puntos devorando todos los puntos del laberinto, completando ese nivel y comenzando el siguiente. Los cuatro fantasmas deambulan por el laberinto intentando matar al personaje principal. Si alguno de los fantasmas lo golpea, pierde una vida; cuando se pierden todas, la partida termina.
Cerca de las esquinas del laberinto hay cuatro puntos grandes y parpadeantes, conocidos como bolas de poder, que otorgan al personaje principal la capacidad temporal de devorar a los fantasmas y ganar puntos de bonificación. Los enemigos se vuelven de un azul intenso, cambian de dirección y suelen moverse más lentamente. Cuando un enemigo es consumido, regresa a la casilla central, donde el fantasma se regenera con su color normal. Los enemigos azules parpadean en blanco para indicar que están a punto de volverse peligrosos de nuevo, y el tiempo que permanecen vulnerables varía de un nivel a otro, generalmente acortándose a medida que avanza el juego.
También hay frutas, justo debajo del recuadro central, que aparecen dos veces por nivel. Comer una de ellas otorga puntos extra (100-5000).
Recibirás una vida extra por cada 5000 puntos.
¡Disfrútala!