Guía Visual
Los visitantes pueden instalar en sus propios dispositivos la versión que se puede descargar desde la tienda web online, con la que podrán obtener más información sobre la exposición. Después de iniciar la aplicación, los visitantes seleccionan el idioma y luego responden información básica (género, edad, intereses, etc.). La navegación se realiza mediante un mapa interactivo dentro de la exposición, así como seleccionando el tema/punto dado en la vista de lista o utilizando un marcador único. En la vista de lista, el sistema marca las ubicaciones que ya han sido vistas, además de registrar los puntos que le gustan al visitante.
La aplicación también contiene reconstrucciones virtuales. En los puntos de información individuales se presentan a los visitantes materiales interactivos e informativos (texto, imagen, vídeo, narración). Parte de la aplicación es un viaje virtual en el tiempo, con el que los visitantes pueden ver grabaciones panorámicas esféricas y reconstrucciones interactivas en 3D y mirar a su alrededor.
Una cápsula del tiempo
La versión virtual de la sesión de pedagogía del museo del Centro de visitantes Időkapszula, disponible en la versión responsiva del marco de pedagogía del museo. En el marco del juego, la tarea de los visitantes es encontrar todos los lugares marcados con balizas y resolver los acertijos relacionados con los lugares y puntos indicados (según el escenario de la exposición). El desarrollo incluye el diseño gráfico y de sistema y el desarrollo de todo el software, la carga de contenidos en todas las versiones lingüísticas y la puesta en marcha.
Las cápsulas del tiempo "analógicas" colocadas en el lugar, que proporcionan objetos, reconstrucciones de artefactos u objetos simbólicos que ayudan en la exploración lúdica de temas individuales, para un juego de exploración/búsqueda del tesoro integrado en una antigua historia de detectives conectada.
El punto de partida de la idea de las cápsulas del tiempo fue que, al descubrir las cámaras funerarias paleocristianas, a los arqueólogos les gustaba dejar cápsulas del tiempo en las tumbas (como en el caso de la cámara funeraria nº III de 1913 realizada por Ottó Szőnyi e István Möller de un solo vaso) en el que se escondía diversa información profesional sobre el lugar dado respecto a su hallazgo arqueológico, de modo que si la posteridad lo vuelve a excavar, ya no tendrá que "descubrir" lo que vio desde cero. En nuestro caso, estas cápsulas colocadas en distintos lugares son también los accesorios básicos de un juego de exploración y búsqueda del tesoro, que prometen un descubrimiento apasionante para los niños, pero también para los adultos, adquiriendo conocimientos de forma lúdica y, al mismo tiempo, pueden conectar los ubicaciones dadas.