La pequeña Sara vive en el campo, donde lo único que le falta son amigos con quienes jugar. Al menos hasta que conoce al pececito que pronto se convertirá en su mejor amigo. Ese pececito, de hecho, no es un pez normal, sino Gino el pez dorado, un pez parlante, ¡y muy sabio además!
Con Gino en su habitación Sara está más feliz que nunca, pero cuando se da cuenta que el pez dorado extraña a sus padres, Sara descubre que ser una buena amiga también significa renunciar a algo por el bien de los que te aman.