La verdadera misión para el capitán Hollister era alguien a quien no esperaba encontrar.

El capitán Hollister tiene una misión que cumplir: adentrarse en territorio confederado destruyendo todo aquello que encuentra a su paso en su camino hacia Baton Rouge. Una misión que sirva de distracción mientras el alto mando avanza por las Carolinas. Lo que no se espera el capitán Hollister, es que el mayor peligro que se encuentre no sean las tropas sudistas.

Constance Meyers odia a los yanquis, y más cuando aquel arrogante capitán se presenta en su casa para pedirle que la abandone. No está dispuesto a dejar a atrás a nadie, y menos a una rebelde, que puede delatarlos a los sudistas. Esto significará que ella y sus dos sirvientas partirán con las tropas de la Unión hacia un destino incierto. Lo que el capitán no espera es que esa joven dama será más peligrosa que las tropas confederadas.

Constance se dará cuenta que pese a ser un yanqui, no es tan odioso como ella creía en un principio. El día a día le irá mostrando a un hombre que se limita a cumplir las órdenes. Nada más. Pero ¿qué sucede con las de su corazón y sus sentimientos hacia él?

Cuando llegue la hora de despedirse ninguno de los dos será el mismo. Y ambos tendrán que rendirse en su particular guerra contra su propio corazón.