La vida es la máxima expresión del infinito activo, la vida es la norma y no la excepción, toma todas las formas y existe en todas las intenciones y condiciones imaginables e inimaginables, este es un relato de vidas en otros mundos, de extinciones y adaptaciones, de sirvientes fieles y olvidados, de accidentes cósmicos, y, sobre todo, tan opuestos como diferentes que cuando se enfrentaron, porque era imposible que no lo hicieran, la aniquilación fue inevitable.

Esto lo vi por medio de la visión remota, existen mundos vacíos donde solo máquinas siguen funcionando, mundos en donde el reino vegetal se comporta como animal, y mundos donde accidentes han transformado propósitos y existencias donde lo imposible sucede en cada nuevo amanecer.

Este relato es cierto, esto en verdad sucedió, y queda como una advertencia, todo cambia, nada es eterno, y nosotros con nuestras ideas menos…

Conoce al tubérculo conquistador y tiembla, que un día, inevitablemente nuestras papas, yucas y camotes, y puede que hasta las jícamas serán asimiladas en este organismo cósmico...