¿Puede alguien olvidar el toque divino del que ha sido dotado?

¿Existen los dioses? ¿Por qué nos han dejado atrás aquellos que debían protegernos? ¿Qué es este lugar en el que vivimos? Y sobre todo, ¿Puede un reloj hablar?

Esas son las preguntas que Dilon tiende a hacerse cada noche que observa a las misteriosas esferas de luz revoloteando encima de ciudades lejanas en ruinas.

Dilon es un monje que casi podría ser tomado por un niño que recién explora el mundo en el que le ha tocado vivir. Para salir del aburrimiento de las piedras del monasterios empieza a dejarse seducir por el modo de vida de los humanos de un mercado cercano encontrando allí su mejor, pero prohibida, distracción: Un reloj.

Acompañado de esa adquisición de relojería a la que su propia mente dota de “vida”, comienza a descubrir que los fenómenos que tanto le sorprenden no son tan simples como le parecían al principio. El reloj daba increíble detalles referentes a esas bolas de fuego en el cielo que nacían de los pájaros de metal, siendo estas aseveraciones de un objeto “inanimado” desestimadas por ser consideradas como manifestaciones de una inminente locura por parte del monje.

A pesar de no hacer algo “malo”, pocos deberían de conocer sus gustos tan peculiares pues los peligros abundan en esa region de desconocido nombre pues hasta se ha empezado a hablar acerca de la existencia de demoniacos seres que vienen desde los escombros de las enormes ciudades humanas en la distancia; esos mismos asentamientos a los que se prohibe el peregrinar.

El monje empieza a recordar señales de un pasado no tan distante en el que era evidente su papel en el génesis de las esferas de luz y fuego, la existencia de las aves de metal y de las decadentes ciudades. Pero, a pesar de que la verdad siempre arroja luz a cualquiera que la busca, es posible que Dilon no esté preparado para poder afrontar a la realidad que superará a cualquiera de sus sueños o suposiciones.

El tiempo de los dioses y los humanos se conjuntan en esta historia en donde se debe prestar atención a los detalles. La verdad no siempre es tan efímera como nos gusta creer, Dilon lo desconocía y ahora está a punto de iniciar el viaje más importante del planeta Tierra.

Acompaña a Allan Clarke en esta nueva aventura que te dejará pensando por un buen rato.