El Jefe pensó que le había quitado todo a Cody: Su libertad. Su hombría. Incluso su nombre. Creyó que había convertido a Cody en un producto que podía usar para su propio placer y luego vender con un gran beneficio.

Pero el Jefe debería haber prestado atención a lo que le quedaba a Cody: su astucia. Y su determinación para proteger a su hermano.

Ese fue el gran error del Jefe: anunciar su plan de secuestrar a Dylan y vender a los dos hermanos como un «paquete». Pensó que la amenaza mantendría a Cody dócil y obediente. Pero en lugar de eso, le dio al esclavo renuente algo por lo que luchar. Una razón para seguir intentándolo cuando todo parecía inútil.

Y ahora Cody está finalmente listo para hacer su movimiento.

Es un desajuste épico. El Jefe tiene un ejército de guardias, un sistema de seguridad de última generación y años de experiencia en mantener a raya a jóvenes rebeldes. Y todo lo que Cody tiene es un destornillador, un plan y el elemento sorpresa.

Va a ser una lucha más dura de lo que ninguno de los dos espera. Y para el perdedor, no habrá vuelta atrás.

¿Acabarán Cody y su hermano como esclavos sexuales lobotomizados en el establo de un rico coleccionista?

¿O es que el Jefe está a punto de descubrir que por fin ha encontrado la horma de su zapato?