Los tres son curiosos y aventureros y están ansiosos por conocer el mundo exterior. Primero fue el turno de Oto, quien salió a la mitad de un soleado día, vio los hermosos colores de las flores, pero también vio cosas aterradoras que hicieron que volviera a casa. Después, fue Lola la que salió, ella no encontró vívidos colores, pero si hermosas lucecitas en el cielo y muchos animales curiosos... hasta que encontró algunos que la asustaron y decidió volver a casa. Paco, quien estaba muy emocionado por ser testigo de todo lo que sus hermanos ya habían visto, comenzó a cavar y cavar y cavar. Hasta que salió en medio de una gran cuidad donde no vio nada parecido a lo que sus hermanos le habían contado.
Una caja con tres libros de cartón para recordar que todo es distinto dependiendo de quién lo vea, y que, sin importar a donde uno vaya o qué es lo que uno vea, nunca habrá un lugar como el hogar.
Claudia Rueda nació en Bogotá, Colombia, ciudad en la que vive. Estudió Derecho y Arte, y se graduó con una tesis sobre derecho romano e ilustraciones. Ha escrito e ilustrado más de una decena de libros, algunos publicados originalmente en inglés. Fue finalista del premio A la Orilla del Viento de Libro Ilustrado. Ganó, entre otros, el premio de la Conferencia Anual de la Society of Children's Book Writers and Illustrators, en Nueva York en 2002 y 2003. En Océano Travesía ha publicado A veces; Formas; Letras robadas; No; Pum; Ahí estabas; Dos ratones, una rata y un queso; Todo es relativo; Un día de lluvia; La vida salvaje y la serie de cuatro libros: ¿De dónde salió esa cosa...?. En 2016 Letras robadas, realizado en colaboración con Triunfo Arciniegas, fue reconocido por la International Board of Books for Young People (ibby).