Narrada con pasos de comedia y maestría, sin perder la seriedad, en Fundidos a negro Blas Matamoro se pregunta con sapiencia sobre el destino de la Argentina en el siglo XX, acaso iluminando el presente y el futuro, con una novela cuya escritura recupera historias y, sobre todo, una lengua; lengua e Historia imbrincadas, la lengua y la historia de los argentinos.
Blas Matamoro nació en Buenos Aires en 1942. Narrador, ensayista, traductor, editor, crítico musical, publicó más de una treintena de libros: La ciudad del tango (Galerna, 1969), Oligarquía y literatura (Ediciones del Sol, 1975), Nieblas (Editorial de Belgrano, 1982), Genio y figura de Victoria Ocampo (Eudeba, 1986), Nietzsche y la música (Fórcola, 2015), Las tres carabelas (De Parado, 2019) y La canción del pobre Juan (De Parado, 2020) son algunos de ellos. Dirigió la revista Cuadernos Hispanoamericanos entre 1996 y 2008.
En 1971 fundó en Buenos Aires, junto a otros intelectuales y escritores, el Frente de Liberación Homosexual (FLH). En 1976, la dictadura cívico-militar prohibió por decreto su libro Olimpo, acusándolo de atacar las tradiciones nacionales y la moral cristiana. Matamoro se exilió en Madrid, donde vive hasta el día de hoy.