De entre muchos destacaba Admes, el faraón de un país llamado Estibar. ninguno de sus antecesores llegó a igualar sus habilidades, aunque carecía de empatía hacia los humanos comunes a quienes regía.
Su opinión generalizada sobre lo despreciables y miserables humanos, da pie a un comportamiento violento contra ellos, sin excepción, hasta que un joven en particular consigue que algo cambie.