El relato se estructura como una sucesión de episodios en los que el protagonista se sumerge en orgías, fantasías y prácticas sexuales llevadas al límite. Cada episodio parece superar al anterior en extravagancia y crudeza, lo que convierte la novela en un catálogo de excesos deliberadamente provocador. Apollinaire no busca disimular la obscenidad, sino subrayarla como un recurso narrativo y como una crítica irónica a la hipocresía social.
Más allá de su contenido escandaloso, Las once mil vergas puede leerse también como una parodia de las novelas de aventuras y de viajes. Los desplazamientos de Mony Vibescu lo sitúan en un contexto internacional que refleja la Europa de comienzos del siglo XX, pero las situaciones disparatadas y grotescas transforman el viaje en una exploración de los límites del cuerpo y del deseo. De este modo, la obra se mueve entre el erotismo, la sátira y lo absurdo.
Guillaume Apollinaire (1880–1918) fue un poeta, narrador y crítico de arte francés, una de las figuras centrales de la vanguardia europea. Conocido por su poesía innovadora y por su cercanía a movimientos como el cubismo y el surrealismo, también incursionó en la narrativa erótica con obras como Las once mil vergas y Los once mil látigos. Su estilo irreverente y su capacidad para romper tabúes lo convirtieron en un autor influyente, cuya obra sigue generando interés por su audacia y su experimentación literaria.
Guillaume Apollinaire fue un poeta, crítico de arte y ensayista francés, considerado una de las figuras más influyentes de la vanguardia literaria del siglo XX. Su obra, marcada por la experimentación formal y la ruptura con las tradiciones poéticas, lo convirtió en pionero del modernismo y del surrealismo. Fue además uno de los primeros en emplear el término "surrealista", anticipando un movimiento que transformaría la literatura y las artes visuales.
A lo largo de su vida, Apollinaire se convirtió en una figura central de la vanguardia parisina. Fue amigo y colaborador de artistas como Picasso, Braque y Derain, defendiendo y difundiendo el cubismo en sus escritos críticos. Como poeta, rompió con la métrica tradicional y exploró nuevas formas expresivas en obras como Alcools (1913), donde suprime la puntuación para dar mayor libertad rítmica, y Calligrammes (1918), en el que combina poesía visual y tipografía innovadora, creando verdaderos poemas-objetos.
Su obra abrió el camino a movimientos como el surrealismo, el dadaísmo y la poesía concreta. La audacia formal y la libertad creativa que defendió siguen siendo reconocidas como fundamentales en la evolución de la literatura moderna. Además, su labor como crítico contribuyó a legitimar y difundir a artistas que más tarde serían considerados pilares del arte contemporáneo.