El relato se desarrolla en un ambiente íntimo y psicológico, donde lo cotidiano adquiere un tono existencial. Broch muestra cómo la protagonista oscila entre la esperanza de recuperar la pasión y la frustración al enfrentarse a un vínculo que carece de profundidad. La historia se centra más en la percepción interna y en los sentimientos de los personajes que en la acción externa, construyendo un retrato de alienación y desajuste emocional.
La obra también refleja la decadencia de los valores tradicionales de la burguesía vienesa de principios del siglo XX. A través de esta relación desigual, Broch indaga en la fragilidad de las ilusiones, la imposibilidad de comunicación plena y la sensación de vacío que acompaña a quienes buscan sentido en un mundo que ya no ofrece certezas. Así, Los Inocentes se convierte en una meditación sobre el amor, la soledad y la búsqueda fallida de autenticidad.
Hermann Broch (1886–1951) fue un novelista y ensayista austríaco considerado uno de los grandes innovadores de la literatura del siglo XX. Su obra más célebre, La muerte de Virgilio, junto con la trilogía Los sonámbulos, lo consagró como un autor de profunda densidad filosófica y estilística. En Los Inocentes, Broch muestra su capacidad para retratar la psicología íntima y la crisis de valores de su época, manteniendo su lugar como uno de los escritores europeos más influyentes del modernismo literario
Hermann Broch fue un novelista, ensayista y pensador austríaco, considerado una de las voces más originales y profundas de la literatura del siglo XX. Su obra se caracteriza por la fusión de narrativa, filosofía y análisis cultural, explorando las crisis espirituales y morales de la modernidad.
La producción literaria de Broch combina elementos narrativos con reflexiones filosóficas y culturales. Su primera gran obra fue la trilogía Los sonámbulos (1930–1932), compuesta por las novelas Pasenow o el romanticismo, Esch o la anarquía y Huguenau o el realismo. A través de estas, retrató el proceso de desintegración de los valores en Europa desde finales del siglo XIX hasta la Primera Guerra Mundial.
La obra de Broch se distingue por su densidad intelectual y su intento de dar respuesta a las crisis espirituales y culturales de la modernidad. Su influencia se extiende tanto a la literatura como al pensamiento filosófico y cultural del siglo XX. Escritores y críticos lo han reconocido como una figura clave del modernismo europeo, cuya prosa desafía los límites convencionales de la narrativa.