Para América Latina y el Caribe, la actual turbulencia mundial aparece enmarcada dentro una confluencia de shocks negativos: la paralización del mercado de crédito mundial, el debilitamiento de la demanda externa y el descenso de los precios de las materias primas. Se prevé que la región podrá afrontar los actuales shocks mundiales mejor que en crisis anteriores, gracias a avances en la última década que han permitido apuntalar los fundamentos macroeconómica. Sin embargo, sobre la región aún pesan muchos riesgos adversos. En este contexto de incertidumbre, en el informe se abordan las implicaciones de la crisis financiera mundial para la región y los consiguientes desafíos a los que se enfrentan las autoridades.