Makko llevaba nueve siglos intentando conquistar ┬лZana-3┬╗, enviando naves como galgos del cosmos, que surcaban el vac├нo estelar, morada del ├бtomo ingr├бvido, para rastrear el planeta azul, cuyo enigma era tan maravilloso como los seres que lo poblaban, ┬бseres que nac├нan de madre para beber en las ubres el n├йctar vital e irse convirtiendo en hombres! Makko estaba maravillado de los informes prodigiosos que llegaban de ┬лZana-3┬╗, donde sus escuadras sol├нan perderse, atrapados en los abismos l├нquidos, sepultados en las grutas o diezmados por extra├▒as enfermedades de las que ni siquiera los sabios de ┬лZana-3┬╗ conoc├нan su origen. Era un mundo pavoroso y horrible, a la vez que maravilloso y fascinante, al que Makko hab├нa dedicado sus m├бs complicados circuitos anal├нticos, para estudiar su completa morfolog├нa cosmobiologica.
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