Niko se puso furioso al darse cuenta de que Kalli lo había dejado plantado y decidió hacerla pagar por tal humillación. Para ello insistió en que Kalli siguiera adelante con el plan de renovar su casa... lo que ella no sabía era que él también estaría viviendo allí. Kalli tampoco imaginaba la atracción que iba a surgir inmediatamente entre los dos; además, Niko estaba empeñado en recuperar a la novia que lo había dejado plantado en el altar.