En el hospital, Nick tenía fama de conquistador; pero en realidad él solo intentaba recuperarse de un fracaso matrimonial. A pesar de que era obvio que Nick y Phoebe estaban enamorados el uno del otro, parecía que solo una cuestión de vida o muerte podría conseguir que se dieran cuenta de que lo que había entre ellos era algo demasiado precioso como para dejarlo escapar.