1º) El análisis de la construcción cultural de los discursos sobre la “seguridad” en relación con los procesos de criminalización y penalización de sujetos sociales.
2º) El peso en la dinámica social de nociones como “cultura punitiva” o “consensos punitivistas”, además de la realidad cambiante de determinadas demandas de criminalización, incluyendo las que pudieran provenir de movimientos sociales.
3º) La identificación de la “violencia institucional” más allá de los actos de violencia física o psicológica (como la tortura y los malos tratos hacia detenidos y presos) para incorporar las tortuosas condiciones de vida y los mortificantes regímenes de tratamiento, una violencia estatal que ha de interpretarse por su relación contradictoria con la proclamación de derechos y con el discurso sobre la violencia legítima del Estado.
4º) La investigación sobre el peso de las identidades en las experiencias de detención y encarcelamiento y acerca de las estrategias de adaptación o resistencia.