Destacan
en su poesía el desgarro, el impudor, la amargura, la soledad y la aceptación
de la derrota, de las múltiples y pequeñas derrotas de cada día y de las
grandes y definitivas derrotas del alma. Pero también la ironía, el humor negrísimo,
la osadía, el descaro, la burla y la capacidad de reírse abiertamente de todo y
de todos, empezando por ella misma, están presentes en sus poemas. Donde
algunos han querido ver un patetismo afectado, y con mala intención muy femenino,
lo que hay en realidad es un sarcasmo y una agudeza que sólo podían venir de
una inteligencia como la suya.
Rosario Castellanos Figueroa (México, D. F., 25 de mayo de 1925 - Tel Aviv, Israel, 7 de agosto de 1974) fue una poeta, novelista, diplomática y promotora cultural mexicana. Su obra trata temas políticos, ya que concebía al mundo como "lugar de lucha en el que uno está comprometido", como lo expresó en su poemario Lívida luz. Consideraba la poesía "un intento de llegar a la raíz de los objetos" mediante la metáfora. Cada tema lo trataba ligado con lo cotidiano y con el interés por el papel de la mujer en la sociedad y por la crítica del enfoque sexista, ejemplificado por su cuento Lección de cocina: cocinar, callarse y obedecer al marido. Su obra de teatro El eterno femenino (1975) se apuntala sobre principios feministas.
Su propios sentimientos se reflejan en sus escritos: en el cuento Primera revelación describe su experiencia de niña discriminada frente a su hermano; el poema en prosa Lamentación de Dido se inspira en el desamor de su amor de muchos años, Ricardo Guerra; la novela Rito de iniciación, también de connotaciones autobiográficas, se enfoca en los conflictos de una mujer dedicada a los estudios para escapar de los prejuicios conservadores de la provincia y enfrentar la competencia profesional en la ciudad. Esta obra se publicó sólo de manera póstuma.