Vida Familiar: Matrimonio, Divorcio, Viudas e Hijos

“ Para quienes juran no tener relaciones sexuales con sus esposas hay un período de espera de cuatro meses, pero si vuelven [a la normalidad], ciertamente Allah es Perdonador y Misericordioso. Y si deciden divorciarse, ciertamente Allah es Oyente y Sabedor. Las mujeres divorciadas esperan [no volver a casarse] durante tres períodos, y no les es lícito ocultar lo que Allah ha creado en sus vientres si creen en Allah y en el Último Día. Y sus maridos tienen más derecho a volver a recibirlas en este [periodo] si quieren la reconciliación. Y lo que se les debe [es decir, las esposas] es similar a lo que se espera de ellas, según lo que sea razonable. Pero los hombres [es decir, los maridos] tienen un grado superior [en responsabilidad y autoridad]. Y Allah es Poderoso y Sabio. El divorcio es dos veces. Luego [después de eso] o bien [manténgala] de una manera aceptable o [libérela] con excelente No os está permitido tomar nada de lo que les habéis dado, a menos que ambos teman no poder respetar los límites de Dios. Pero si teméis que no respeten los límites de Dios, ninguno de los dos tiene la culpa de lo que ella haya hecho para rescatarse. Ésas son las leyes de Dios, no las quebrantéis. Quienes las quebranten, ésos son los injustos. Y si él la ha divorciado por tercera vez, no podrá volver a tenerla hasta que se case con otro marido. Y si él la divorcia o muere, no tienen la culpa de volver a estar juntos si creen que pueden respetar los límites de Dios. Ésas son las leyes de Dios, que Él ha expuesto a gente que sabe. Y cuando divorciéis a vuestras mujeres cuando hayan cumplido su plazo, conservadlas en condiciones aceptables o liberadlas en condiciones aceptables, y no las retengáis con la intención de perjudicarlas o de transgredirlas. Quien así lo haga, habrá cometido una injusticia consigo mismo. Y no toméis a broma los signos de Dios. Y recordad el favor que Dios os ha concedido y lo que se os ha revelado del Libro y la sabiduría con la que os instruye. Y temed a Dios y sabed que Dios es omnisciente. Y cuando divorciéis a vuestras mujeres cuando hayan cumplido su plazo, no les impidáis que se vuelvan a casar con sus maridos si se ponen de acuerdo entre ellos sobre una base aceptable. Esto se ha ordenado a quienes de vosotros crean en Dios y en el Último Día. Esto es mejor para vosotros y más puro, y Dios sabe y vosotros no sabéis. Las madres pueden amamantar a sus hijos dos años completos a quien quiera completar el período de lactancia. Al padre le corresponde el sustento y la vestimenta según lo que sea aceptable. Nadie está obligado a hacer más de lo que puede. Ninguna madre debe ser perjudicada por su hijo, ni ningún padre por su hijo. El heredero tiene la misma obligación que el padre. Si ambos desean destetar por consentimiento mutuo y consulta, no hay culpa para ninguno de ellos. Si deseáis que vuestros hijos sean amamantados por una madre sustituta, no hay culpa para vosotros, siempre que paguéis lo que es aceptable. Y temed a Dios y sabed que Dios ve lo que hacéis. Y a las que mueran y dejen esposas, ellas [las esposas] esperarán cuatro meses y diez días. Y cuando hayan cumplido su plazo, no habrá culpa para vosotros por lo que hagan de manera aceptable. Dios está bien informado de lo que hacéis. No hay culpa para vosotros por lo que insinuáis [indirectamente] sobre una propuesta de matrimonio o por lo que ocultáis en vuestro interior. Dios sabe que las tendréis en cuenta. Pero no les prometáis en secreto, salvo que sea con palabras adecuadas. Y no os comprometáis a contraer matrimonio antes de que se cumpla el plazo decretado. Y sabed que Dios sabe lo que hay en vosotros, así que temedle. Y sabed que Dios es indulgente y tolerante. No cometáis falta si divorciáis a una mujer con la que no habéis tenido relaciones íntimas ni os habéis comprometido con ella. Dadles, en cambio, una compensación, al rico según su capacidad y al pobre según su capacidad, como provisión conforme a lo que es aceptable, como obligación para quienes hacen el bien. Y si os divorciáis de ella antes de haberla tocado y ya les habéis comprometido con ella, dadle la mitad de lo que habéis comprometido, a no ser que ella renuncie a su derecho o el que tiene en su mano el contrato matrimonial renuncie a él, ya que renunciar a él es lo más cercano a la virtud. Y no olvidéis ser misericordiosos entre vosotros. En verdad, Dios ve todo lo que hacéis. Cumplid con las oraciones obligatorias y la oración intermedia, y permaneced ante Dios con devoción. Si teméis a un enemigo, rezad a pie o a caballo. Pero cuando estéis seguros, recordad a Dios, pues Él os ha enseñado lo que no sabíais. Y a los que mueran y dejen esposas, sus esposas tendrán un legado: manutención durante un año sin despedirlas. Pero si se van, no tendréis que culpar a nadie de lo que hagan con ellas de forma aceptable. Dios es Poderoso y Sabio. Y a las mujeres divorciadas hay una provisión conforme a lo aceptable, un deber para los piadosos. Así os aclara Dios Sus signos para que razonéis.

La implementación de las lecciones analizadas ayudará a adoptar características positivas, lo que conduce a la paz mental y física.