Mientras el castillo de Ignaris guarda silencio, Lyria lucha contra las heridas que no pueden curarse con vendas ni descanso. Marcada por la culpa y los recuerdos de un pasado devastador, cada noche es una batalla contra sí misma. Sin embargo, entre la oscuridad y los ecos del dolor, comienza a surgir un tenue rayo de luz. Una voz cálida, una taza de té… y una promesa aún por descubrir: la de encontrar su propio camino, aunque todavía no sepa hacia dónde la llevará.