«Anote su razón», leí.
Como responder que alistarme con Médicos sin Límites para reencontrarme con un antiguo amor a la que no había podido olvidar no me pareció lo más correcto si quería entrar como voluntario en la organización, escribí: «Busco el desarrollo profesional y personal en un entorno en el que además pueda aliviar el sufrimiento de poblaciones desfavorecidas, transmitiéndoles el mensaje claro de que "No están olvidados"». Y coló.
No mucho tiempo después de rellenar aquel formulario de admisión, mi compañero Ismael —él por otras razones— y yo volábamos a la República democrática del Congo sin saber qué nos depararía el destino. Yo persiguiendo una quimera. Él sin saber que la encontraría.
Porque hasta en un rincón remoto y olvidado se puede encontrar el amor.
Títulos de la serie Hilo rojo:
Si el destino quiere
Ella es única
Somos mil atardeceres
Todo del revés
Persiguiendo quimeras