Desde los sangrientos albores del Porfiriato hasta la era de la información, el terror serial ha cambiado de rostro, pero no de raíz. Hemos pasado del sadismo primitivo de Francisco Guerrero Pérez ("El Chalequero") al narcisismo digital de Óscar García Guzmán, encontrando en el camino la sofisticación intelectual de Gregorio Cárdenas, la venganza simbólica de Juana Barraza y la masacre impune de Fernando Hernández Leyva. El fenómeno de los Feminicidios de Ciudad Juárez, aunque plural, actúa como el sombrío telón de fondo de la violencia estructural.
El propósito de este trabajo es doble:
1. Analizar la Patología: Desglosar los perfiles psicológicos y psiquiátricos forenses para identificar los motores criminógenos comunes (trauma, sadismo, necesidad de control) que subyacen a la falta de empatía y la planificación homicida.
2. Exponer la Falla Estructural: Mostrar cómo la longevidad y la brutalidad de estos crímenes son un reflejo directo de la impunidad sistémica, la corrupción policial, la fragmentación de la justicia (especialmente a nivel interestatal) y los sesgos de género que históricamente han ignorado la vulnerabilidad de las víctimas.
Cada capítulo de este libro es un estudio de caso que se aborda desde una perspectiva multidisciplinaria: historia criminal, pericia forense, y análisis social. El lector no solo encontrará la crónica del horror, sino el análisis crítico de por qué estos individuos pudieron operar durante tanto tiempo, a veces en la misma cuadra de sus vecinos.
La psicopatía serial en México es, en última instancia, la crónica de una herida social abierta, una que solo puede comenzar a sanar cuando el Estado y la sociedad confrontan las fallas que permiten que el terror más profundo se oculte a plena vista. Este libro es una invitación a mirar ese espejo fragmentado, a nombrar al monstruo y a exigir que la vulnerabilidad nunca más sea sinónimo de impunidad.
Comencemos el recorrido por las páginas de la crónica criminal mexicana.